El dolor de oído en los niños es frecuente, y la causa puede ir desde un simple resfriado a una infección de oído. Como padre, es importante comprender la causa del dolor y tomar las medidas adecuadas para aliviarlo. En este blog, hablamos de las causas más frecuentes del dolor de oídos en los niños, destacando la infección del oído medio como causa principal, y ofrecemos consejos para revisar y limpiar los oídos de tu hijo.
¿Qué causa el dolor de oídos en los niños?
La causa más frecuente de dolor de oído en los niños es una infección del oído medio (otitis media). Esta afección suele estar causada por un resfriado o una gripe, y las bacterias o virus se propagan por la trompa de Eustaquio hasta el oído medio. Esto provoca una inflamación que causa dolor y molestias. Los niños de 6 meses a 3 años son los que más riesgo corren de padecer infecciones del oído medio, porque su trompa de Eustaquio es más pequeña y se obstruye con más facilidad.
Otras posibles causas del dolor de oídos son
- Otitis externa: Se produce cuando queda agua en el conducto auditivo externo, lo que crea un entorno ideal para que crezcan bacterias. Suele causar picor y dolor en los oídos.
- Resfriado o gripe: Pueden ejercer presión sobre el oído, provocando la sensación de dolor de oído.
- Traumatismo físico: a veces los niños se meten objetos en los oídos, lo que puede provocar dolor o daños en el oído.
- Cambios de presión: Viajar en avión o bucear puede causar dolor de oído temporal debido a los cambios de presión.
Síntomas del dolor de oídos en los niños
En los niños pequeños, puede ser difícil determinar exactamente de dónde procede el dolor. No obstante, hay varios síntomas por los que puedes saber si a tu hijo le duelen los oídos:
- Queja de dolor de oído: Es el síntoma más evidente. Tu hijo puede indicar que le duele el oído o agarrarse la oreja.
- Tirarse o tocarse de la oreja: sobre todo los niños pequeños pueden tirarse de la oreja cuando les duele.
- Comportamiento irritable o llanto: Los niños con dolor de oídos pueden llorar más a menudo o les cuesta más consolarse.
- Dificultad para comer o beber: como tragar aumenta la presión en los oídos, los niños con dolor de oídos pueden negarse a comer o beber.
- Fiebre: Una infección de oído suele ir acompañada de fiebre.
¿Cómo puedo tratar el dolor de oídos de mi hijo?
El tratamiento del dolor de oído depende de la causa. Si la causa es una infección del oído medio, el médico puede prescribir antibióticos, sobre todo si la infección es grave. En casos menos graves, el dolor puede aliviarse a menudo con medidas sencillas.
Tratamiento casero para el dolor de oídos
- Aplica calor: Una compresa caliente puede ayudar a aliviar el dolor. Asegúrate de que el calor no sea demasiado intenso para evitar quemaduras.
- Analgésicos: El paracetamol o el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar el dolor. Asegúrate de que la dosis es adecuada para la edad de tu hijo.
- Mantener la cabeza levantada: Mantener la cabeza de tu hijo ligeramente levantada puede reducir la presión sobre el oído.
- Gotas para los oídos: Para la otitis externa, unas gotas especiales para los oídos pueden ayudar a reducir el dolor y limpiar el conducto auditivo. Ten cuidado de no utilizar gotas para los oídos si se sospecha una perforación del tímpano.
Si el dolor persiste o empeora
Si el dolor no cede o empeora, o si hay secreción del oído, es importante consultar al médico. Esto también se aplica si tu hijo tiene fiebre que no remite. Una infección puede requerir medicación, y a veces se necesitan más pruebas o un especialista para comprobar si hay otras causas.
¿Cuándo debo ir al médico?
Es importante consultar al médico en los siguientes casos:
- Si el dolor persiste durante más de unos días.
- Si tu hijo tiene fiebre que no remite o si hay secreción del oído (sobre todo si es amarilla, verde o sanguinolenta).
- Si sospechas que algo en el oído de tu hijo, como un objeto, está causando el dolor.
- Si tu hijo sigue estando incómodo, incluso con analgésicos.
Entonces el médico podrá determinar si hay una infección u otro problema y prescribir el tratamiento adecuado.
La importancia de revisar y limpiar los oídos de tu hijo
A veces, el dolor de oídos puede deberse a la acumulación de cerumen o a un objeto extraño en el oído. Es importante revisar y limpiar regularmente los oídos de tu hijo, pero debe hacerse con cuidado para no dañar el oído.
Utilizar una cámara de oído Bebird (otoscopio)
Una forma cómoda de comprobar si hay algo dentro del oído es utilizar una cámara de oído Bebird. Este dispositivo, también conocido como otoscopio, proporciona una representación visual del interior del oído a través de tu smartphone. Te permite inspeccionar cuidadosamente el oído de tu hijo en busca de suciedad u objetos, sin riesgo de dañarlo utilizando bastoncillos de algodón.
Con una cámara de oído Bebird, puedes inspeccionar con seguridad el oído de tu hijo y ver al instante si hay una obstrucción, cerumen u otros problemas que puedan causar dolor de oído. Es una herramienta útil para tranquilizarte antes de consultar al médico. Si notas algo extraño en el oído o sospechas que el cerumen está causando el dolor, puedes retirarlo con cuidado.
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Prevención del dolor de oídos
Hay varias medidas que puedes tomar para prevenir el dolor de oídos en tu hijo:
- Utilizar tapones durante la natación: Si tu hijo sufre a menudo otitis externa, los tapones pueden ayudar a evitar que entre agua en el oído.
- Mantén una buena higiene: es importante mantener limpios los oídos de tu hijo, pero hazlo con cuidado. Evita utilizar bastoncillos de algodón, ya que pueden empujar el cerumen más adentro del oído.
- Evita las diferencias de presión: Al viajar en avión o bucear, las diferencias de presión en los oídos pueden causar dolor de oído. Al despegar y aterrizar, deja que tu hijo trague o coma un caramelo para regular la presión. También hay tapones especiales para volar.
- Trata rápidamente los resfriados: Como las infecciones del oído medio suelen ser consecuencia de un resfriado, es importante actuar con rapidez cuando aparecen los síntomas del resfriado para reducir el riesgo de infección.
Conclusión
El dolor de oído en los niños suele ser consecuencia de una infección del oído medio, pero también puede deberse a otros factores, como la otitis externa o un traumatismo físico. Prestando mucha atención a los síntomas, a menudo puedes aliviar el dolor en casa. Si el dolor persiste o empeora, es importante consultar al médico. Inspeccionar y limpiar regularmente los oídos de tu hijo con una cámara de oídos Bebird puede ayudar a prevenir el dolor de oídos y a detectar rápidamente los problemas.