Más vale prevenir que curar. Cuando cuidas tu audición, tienes menos probabilidades de experimentar problemas o pérdida de audición. La prevención desempeña un papel importante en situaciones en las que hay ruidos fuertes, como en el trabajo o en un concierto, pero también en situaciones que pueden provocar una infección de oído, como ducharse o nadar.
Prevención en el trabajo
Cuando pensamos en protección auditiva en el trabajo, pensamos rápidamente en un trabajador de la construcción, pero hay muchas otras profesiones en las que se trabaja en un entorno con ruidos fuertes, piensa por ejemplo en un camarero de discoteca. Según la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo, el empresario está obligado a poner protección auditiva a disposición de los empleados que trabajen con un nivel de ruido igual o superior a 80 dB. A partir de 83 dB, el empleado también está obligado a llevar esta protección auditiva.
Prevención durante los conciertos
¿Sabías que un nivel sonoro de 104 dB es perjudicial después de sólo 1,5 minutos? ¿Sabías también que un concierto de música medio produce 110 dB? No es de extrañar que los conciertos sean uno de los principales culpables de daños auditivos temporales y permanentes. ¿Quieres seguir disfrutando de la música? Entonces te recomendamos que utilices los tapones especialmente diseñados durante los conciertos.
Prevención durante la conducción
El ruido del viento, por ejemplo en una moto o en un descapotable, es una causa importante de daños auditivos. A 100 kilómetros por hora, el ruido puede alcanzar los 94 dB, y esto es perjudicial tras sólo 15 minutos. Para evitarlo, existen en el mercado protectores auditivos especiales para motoristas, pasajeros y descapotables.
Prevención de la infección de oído transmitida por el agua
Cuando entra agua en el oído, por ejemplo al nadar o ducharse, puede producirse una infección de oído. Esto se debe a que, con el agua, pueden entrar en el oído todo tipo de suciedad y bacterias. Aunque es más frecuente en los niños, los adultos también deben tener cuidado con el agua en el oído, sobre todo si tienes un agujero en el tímpano, por ejemplo. Para esto también hay tapones especiales para nadar.