Orejas de pegamento: Causas, síntomas y tratamiento

La otitis media adhesiva, también conocida como otitis media con derrame, es una infección de oído frecuente en los niños. A veces afecta también a los adultos, pero afecta sobre todo a los niños pequeños. En este artículo explicamos qué son exactamente las orejas de pegamento, cuáles son sus causas, qué síntomas hay que esperar y cómo pueden tratarse. También hablamos de algunas medidas preventivas para evitar las orejas de pegamento.

¿Qué son las orejas de pegamento?

Los oídos pegajosos se producen cuando el líquido queda atrapado detrás del tímpano. Normalmente, el líquido fluye desde el oído medio a través de la trompa de Eustaquio hasta la faringe y allí se drena. Sin embargo, cuando esta trompa está obstruida, el líquido permanece en el oído medio, donde puede espesarse y formar una sustancia parecida al pegamento. De ahí el nombre de «oídos pegajosos».

Esto puede provocar pérdida de audición y molestias. Aunque suele curarse por sí sola, puede causar problemas a largo plazo si no se trata, sobre todo en niños en edad de desarrollo.

Causas de las orejas de pegamento

Los oídos pegajosos pueden deberse a varios factores, pero la causa más frecuente es la inflamación de la trompa de Eustaquio, que suele producirse tras un resfriado o una infección respiratoria. Otras causas pueden ser:

  1. Infecciones de las vías respiratorias: Las infecciones, como los resfriados y la gripe, pueden obstruir la trompa de Eustaquio, haciendo que el líquido quede atrapado en el oído medio.
  2. Alergias: Las personas que padecen alergias también pueden ser más propensas a tener oídos pegajosos, ya que las reacciones alérgicas pueden provocar inflamación en la garganta y las fosas nasales, haciendo que la trompa de Eustaquio no funcione correctamente.
  3. Adenoides: Son glándulas situadas en la parte posterior de la nariz que pueden agrandarse y ejercer presión sobre la trompa de Eustaquio, impidiendo el drenaje de líquido.
  4. Fumar o exponerse al humo del tabaco: La exposición al humo aumenta el riesgo de inflamación respiratoria y, por tanto, de problemas de oído, incluidos los oídos pegajosos.
  5. Lactantes y niños pequeños: En los niños pequeños, la trompa de Eustaquio es más corta y menos angulada, por lo que es más fácil que se produzcan obstrucciones.

Síntomas de las orejas de pegamento

Los síntomas de las orejas de pegamento pueden ser sutiles, sobre todo en los niños que no pueden articular bien lo que sienten. He aquí algunos síntomas frecuentes:

  1. Pérdida de audición: Uno de los principales síntomas es la pérdida de audición. El líquido en el oído medio bloquea el sonido, lo que puede hacer que los sonidos sean apagados o sordos.
  2. Dolor o molestias en el oído: Aunque las orejas pegadas no suelen causar dolor intenso, los niños pueden quejarse de una sensación de plenitud o presión en el oído.
  3. Problemas de equilibrio: El oído desempeña un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio. Una obstrucción causada por los oídos pegados puede provocar problemas leves de equilibrio o mareos.
  4. Problemas de atención o concentración: Los niños con pérdida de audición por otitis media adhesiva pueden tener dificultades para concentrarse en clase o en casa. También puede parecer que te ignoran cuando simplemente no pueden oírte bien.
  5. Retrasos en el lenguaje y el habla: los problemas de audición a largo plazo debidos a los oídos pegajosos pueden retrasar el desarrollo del habla y el lenguaje en los niños pequeños.

Diagnóstico

Las orejas de pegamento pueden ser difíciles de reconocer, sobre todo porque los síntomas suelen ser leves y no siempre indican una infección de oído. Si sospechas que tu hijo padece otitis media adhesiva, es importante que consultes a un médico. El médico utilizará un otoscopio para mirar dentro del oído y podrá confirmar la presencia de líquido detrás del tímpano.

En algunos casos, puede realizarse una prueba de audición para determinar la gravedad de la pérdida auditiva. Una timpanometría, prueba que mide la presión en el oído medio, también puede ayudar a confirmar el diagnóstico.

Tratamiento de las orejas de pegamento

El tratamiento de las orejas de pegamento depende de la gravedad de la afección. En muchos casos, las orejas de pegamento se curan solas en unas semanas o meses sin tratamiento. Existen las siguientes opciones de tratamiento:

1. Política de espera

Como las orejas de pegamento suelen curarse solas, los médicos suelen optar por adoptar una política de espera, sobre todo en los casos leves. Durante este periodo, se revisa al niño periódicamente para ver si la situación mejora.

2. Medicación

A veces se prescriben medicamentos para aliviar los síntomas o abordar la causa subyacente de las orejas de pegamento. Por ejemplo, pueden recetarse antibióticos si también hay una infección bacteriana. Los antihistamínicos y descongestionantes pueden ser útiles si las alergias son un factor.

3. Tubos en los oídos (tubos timpánicos)

Si el líquido del oído persiste y causa pérdida de audición o infecciones frecuentes del oído, el médico puede sugerir la colocación de tubos timpánicos. Se trata de un procedimiento quirúrgico menor en el que se colocan pequeños tubos en el tímpano para drenar el líquido y aliviar la presión. Esto puede ayudar a restablecer la audición y prevenir nuevas infecciones.

4. Adenotomía

En algunos niños con oídos pegajosos crónicos y adenoides agrandadas, puede ser útil extirpar las adenoides (adenotomía). Esto puede mejorar el drenaje de líquido y reducir la frecuencia de las infecciones de oído.

Complicaciones de las orejas de pegamento no tratadas

Si las orejas de pegamento no se tratan, sobre todo en niños pequeños, pueden producirse complicaciones. Algunas posibles complicaciones son

  • Pérdida de audición: La acumulación persistente de líquido en el oído puede provocar una pérdida de audición permanente, sobre todo si se daña el tímpano.
  • Retraso del lenguaje: La pérdida de audición durante la primera infancia puede afectar negativamente al desarrollo del lenguaje y el habla, lo que provoca dificultades de aprendizaje.
  • Infección de oído: El líquido que hay detrás del tímpano puede infectarse, lo que provoca una infección aguda del oído medio, que es más dolorosa que los propios oídos pegados.

Prevención de las orejas de pegamento

Aunque no siempre es posible evitar las orejas de pegamento, hay algunas medidas que pueden reducir el riesgo:

  1. Evita la exposición al humo: Asegúrate de que los niños no estén expuestos al humo del tabaco, ya que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias y problemas de oído.
  2. Trata las alergias: Si tu hijo padece alergias, habla con el médico sobre la mejor forma de tratarlas para evitar la obstrucción de la trompa de Eustaquio.
  3. Vacunas: Las vacunaciones regulares contra enfermedades como la gripe y el neumococo pueden ayudar a reducir el riesgo de infecciones respiratorias.
  4. Lavarse las manos: Lavarse las manos con regularidad puede ayudar a reducir la propagación de virus y bacterias que causan infecciones respiratorias.

Conclusión

Las orejas de pegamento son un problema frecuente, sobre todo en los niños, pero suelen curarse sin tratamiento importante. No obstante, es importante prestar atención a síntomas como la pérdida de audición, ya que las orejas de pegamento no tratadas pueden causar complicaciones. Si sospechas que tu hijo tiene orejas de pegamento, no dudes en acudir al médico. Con los cuidados y la atención adecuados, la mayoría de los casos de otitis adhesivas pueden controlarse y tratarse eficazmente.

Tomar medidas preventivas, como evitar la exposición al humo y tratar las alergias, puede reducir el riesgo de otitis media adhesiva y ayudar a proteger la salud de tu hijo a largo plazo.

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